
Quiero morder
todos esos labios
para callar
multitud de bocas
¿no os dáis cuenta,
que vuestras palabras,
no me hacen sarna?
me pican pero no me matan,
me hacen más macabra.
Harta de ir descalza
pisando cristales,
que provocan heridas,
heridas sangrantes.
Mis pies de alambre
arraigados y pesados
pero no atados,
siguen a su aire,
queriendo pisar rosas
de aqui en adelante
que serán las que siembre
que serán siempre,
las que quiten mi hambre.
A callar y a morder bocas
cual perro de la calle
que por instinto sepa,
quien vale y quien no vale.