lunes, 3 de junio de 2019

ese objeto raro...

¿Alguna vez han tenido un objeto...
qué se yo cómo llamarlo...
"raro"?

Me refiero a algo en lo que, no sabes el porqué,
pero le quierodias, le odiamas, le asqueabrazas...

En mi caso... un anillo...
Mi madre, me había traído de la antigua Checoslovaquia un anillo.
Un anillo de plata con engarces de turquesa formando geometrías simétricas...

Ella dice que lo compró en un mercadillo bastante barato y que le llamó la atención nada más verlo.
Era espectacular.
Me encantó, pero como que, era raro, me sentía como si, no fuera mío o algo así...
Como si me fuera prestado.
En el anular me quedaba suelto y en el corazón apretado...en las dos manos...
algo inusual porque, normalmente si un anillo no me cabe en un dedo me cabe en otro y si no, en la otra mano, y si no, otro día.

Total , que cuando me daba por ahí, me lo ponía.
Cuando lo encontraba, porque, nunca recordaba donde lo había dejado.
De buenas a primera, aparecía por ahí, como los gatos en celo que se van y vuelven cuando les da la gana.
Lo mismo daba en un joyero, que en la cocina, en el baño...
Nunca recordaba dónde lo había puesto.

Pues, rara vez era cuando me lo ponía, que no se me caía al suelo varias veces.
¿Y porqué no te lo ponías en el que te apretaba chacha?
porque apretaba y aunque me lo pusiera, instintivamente, acababa cambiándolo de dedo.
A veces me preguntaba cuándo lo había cambiado.

Lo curioso era que...
siempre lo acababa encontrando...
siempre...
incluso en situaciones que podría resultar imposible...

Les contaré tres anécdotas del anillo:

1) En una ocasión, me fui con unos amigos de senderismo, la ruta en cuestión es una zona de la isla de Gran Canaria denominada Barranco Oscuro, inmersa en un espacio natural protegido de alta categoría lleno de vegetación termófila y laurisilva cuyo trazado a caminar consistía en entrar y salir por la misma ruta, unas tres horas más o menos.

En un tramo del camino se me enredó algo en el pelo y pegué un tirón...dos pasos más adelante, me di cuenta que el anillo ya no estaba en mi dedo.
Lo había perdido allí mismo.
Nos pusimos a buscarlo un rato y, le dimos por perdido, con un suelo lleno de hojarasca, ramas, charquitos de agua, bruma, brinzales  y demás, era imposible...

Llegamos al final y, al  venir ya de vuelta por el mismo camino andado, en un tramo resbaladizo, tropecé con una rama mal puesta y, me caí de bruces...
A dos milímetros de clavarme una rama sobresaliente en el ojo y, salvada gracias a la técnica gatuna de colocar las manos y caer a cuatro patas, cuando recobro el aliento y me recupero del susto , miro lo que estuve a punto de clavarme y ....
el anillo estaba ahí engarzado a la altura de mi vista...
Era un poco imposible atinar con el lugar en el que había estado buscándolo...
El paisaje era tan igual que, recordar el lugar era tan poco probable....
mucho menos, casi imposible imaginar el encontrarlo...

2) En otra ocasión, estando de horas nocturnas y ya bastante perjudicada, nos decidimos el círculo-fiestero-amiguil  irnos al último local que abría a esas horas..."El mojo Club"
Unas cien personas habían decidido lo mismo que nosotros y, el local estaba a reventar...
El anillo le dio por resbalar de mi dedo e ir a parar a ese suelo lleno de cubatas, birras y demás sustancias que, mejor no analizar...
Decidió por si mismo ir a dar una putivuelta...
Le vi caer unos centímetros más allá de mi...
Vi como alguien le daba una patada...
Llegué a la barra siguiendo el anillo, tras cuatro patadas más...
Cuando me agaché a recogerlo, estaba intacto...
Intacto...
Como si por encima de él no hubieran pasado cien pies...
Todavía la colega me dice, -joder, no sé cómo carajo pudiste encontrar el anillo en ese antro...
Era otra de las innumerables veces que me había encontrado él a mi.

3) Un fin de año, nos decidimos por pagar para una fiesta heavy en la que iban a ver conciertos, alcohol a tutiplé y melenudos por un tubo...
Un planazo...
Mi hermano se vino conmigo y allí nos reencontramos con varios colegas.
Creo que, en mi casa todavía hay una botella de mezcal del gusano rojo, así que, imagina el nivelazo de la fiesta...
Lo habían decorado todo muy heavy de la ostia y, había arañas de mentira por todo el local...
En una de éstas, cuando estábamos viendo un concierto, con una humacera de tabaco, focos de luces, sonido estridente, gente meneándose y demás decoración conciertera; mi hermano me preguntó que dónde había pillado la cerveza que me estaba bebiendo...y le señalé por lo alto un sitio al otro lado del local que ponía "cervezas"...allí que se fue...
A los dos minutos, se me acerca un chico y me dice...¿ésto es tuyo?
y cuando miro, llevaba mi anillo en su mano, sí, el anillo raro (ya lo he dicho que era raro no? pues eso) y le contesto...sí, pero...¿porqué lo tienes tú?
Y su historia fue ésta : Es que estaba viendo el concierto y, de repente, me cayó algo en la copa, cuando miro, era un anillo, y cuando miro hacia atrás, a lo lejos, veo una mano levantada señalando y me dije, ¿será de ese dedo?...
tenía buena lógica el muchacho...
y, lo que bien empieza bien acaba...digo yo...
que un desconocido te regale tu anillo es para encantarse momentáneamente...


Y, la historia del anillo acaba...que, hace como unos siete años se me perdió para no sé si volver...
Y de una forma tan absurda...
Creo que se me andaba resbalando toda la mañana de mi aburrida jornada laboral del dedo.
Y, en una de las veces que, metí mi mano en mi bolsillo para sacar unas monedas, no le ví más...
Rebusqué en los bolsillo, en la acera de la calle, en la alcantarilla...
En ese momento supe que, el anillo había encontrado lo que vino a buscar...
Lo que quiera que fuera, ese era su momento de escapar...
Nunca tuve una foto el anillo puesto en mi dedo...
Nunca he encontrado una referencia o imagen de algo parecido.
Así que, se queda como "objeto raro" para toda mi vida....
Siempre será para mi.....El PUTO señor de los anillos....

Y, quizás, alguien leyendo ésto, se ha encontrado, por la zona de León Y castillo a la altura de la Plaza de la Feria en Las Palmas, hace unos seis, siete años un anillo de manera casual que, casualmente le cabe perfectamente en uno de sus dedos...
Quizás te estaba buscando...
¿Me cuentas el porqué?


Y pensar en las semejanzas....