sábado, 2 de abril de 2011

Trayectos inconclusos


El día en el que ya exploto
y decido que,
todas las fichas que se mueven a mi alrededor
no las quiero manejar yo.
Que todas las coincidencias que
me dejan mal
no deberían haber estado ahí,
jamás.

Que si va a ser, será,
y que si no tiene que ser
no sucederá.
¿Artimañas mentales?
¡baaahhh!


Fuera ofertas con precios baratos,
de publicidad engañosa
ya conozco un rato.
Es más, no voy a ir a por más
me quedaré quieta que,
ya vendrán.
Dispondré de una gran sonrisa
a la llegada de pasajeros,
buena anfitriona de momentos, por supuesto,
pero este avión no va más lejos, lo siento,
esa es la tarifa que se ha pagado
por este vuelo que llega retrasado
si deseas un asiento en primera clase
-¡uy! hay un problema señor
ya no quedan billetes para ese viaje,
deberá usted acudir a otra compañía
o acomodarse atrás sin quejarse.

2 comentarios:

xurde figaredo dijo...

Hace bastantes años decidí hacer un aterrizaje de emergencia,mi avión llevaba demasiado "lastre" por llamarlo de alguna manera,decidí no hacer mas campañas publicitarias en busca de pasajeros,simplemente esperé.Años después puedo decir que ha ido entrando gente sin buscarla y que a esa gente no le importa sentarse en clase bussines,turista o simplemente buscarse un acomodo en la bodega,esa es la clase de clientela que hacen que mis viajes merezcan la pena...

-agasajadas las hadas- dijo...

sí, a veces, es mejor parar a repostar combustible para volver a cargar pasajeros, pero esto es como en la realidad, sólo los que mejor "pagan" se merecen el asiento en clase bussines...los que viajan contigo siempre, ell@s son los que deciden en donde quieren sentarse...
tu punto de vista es precioso, no lo había visto así...gracias por hacerme pensar...
ah! el viaje siempre merece la pena...