viernes, 2 de julio de 2010

entre los agujeros de la memoria..un poquito de arte...

"Entre les trous de la mémoire" Dominique Appia.
No soy una entendida en arte y tampoco pretendo pecar de serlo pero, pienso que el arte es simplemente una transmisión de sensaciones, si no te provoca nada no hay que forzar a la belleza, si , por el contrario, el más mínimo vistazo a un cuadro te provoca un cúmulo de "Ahhhss" y "Ohhhsss" es que una parte de tí pertenece a lo que estás viendo.
Y yo, me podría pegar toda la vida mirando este cuadro y, seguiría descubriendo las cosas surrealista y ensoñadoras que representan, allí está, colgado en la cabecera de la cama de un gran amigo y del que pocas veces me había percatado de su presencia, pero, la semana pasada me llamó la atención y me dediqué a observarlo entre luces y sombras, Dominique Appia, pintor sueco del que poco o casi nada se sabe, retrata en sus "entre les trous de la mémoire" una multitud de inverosímiles situaciones casi rozando la caterva de naturalezas muertas en torno a tan sólo una habitación, ésta fue la conclusión que saqué de mi visita a su pintura:


Un árbol en una habitación que parece querer helarse debido a un sinfín de icebers que deambulan afuera y donde perceptivamente no parece que sea tan baja la temperatura ya que, un globo con forma de sol y cargado en su cestilla de verdes plantas da el punto de calidez a tan tremendo paisaje, esta primera parte del cuadro es observada por una niña con las piernas separadas o torso no pintado que sujeta un libro y, que de manera apacible parece dejarse llevar, el hielo se convierte en madera a medida que se acerca a nuestra habitación, elementos como hielo, madera, aire parecen confundirse y transformarse.


A continuación un tabique del que cuelga un cuadro con la imagen de la torre de Pisa , y la curiosa colocación inclinada del mismo que hace que ésta sea recta ante nuestros ojos.


En la habitación contigua una cabeza gigante con el pelo "asilvestrado" deja entrever una ventana con un paisaje al horizonte que, aunque el cielo luce azul y claro se entreteje un cuarto creciente de luna con algun edificio o casa bajo su claro.


En la estancia principal ocupada por un gran espejo con una pequeñísima foto encima de una chimenea ardiendo cuya comida principal son unos libros que otra niña de ropas fusionadas con el parqué del suelo se dedica a quemar...lee y lee y parece acabársele el tiempo de lectura ya que, la chimenea va más rápido que ella y la pared transversal resulta ser una estantería repleta de libros de estudio.


A la derecha, otra habitación repleta de una gran marea surcada por un gran navío de humo negro penetra en la estancia formando olas de tranquilidad...

Sensaciones que van y vienen,
sensaciones que vienen y van,
Simplemente "púrpura"...
esa es mi definición para éste cuadro...

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