-He estado ahí,
enfrente de ti,
sentada en una silla...
tocando un instrumento.
Pena que estuvieses viendo y no mirando,
Pena que estuvieses oyendo y no escuchando,
Pena que estuvieses palpando y no tocando,
Pena que estuvieses degustando pero no saboreando,
Pena que estuvieses oliendo y no olfateando.
Pena que estuvieses sin estar.
O, estando por estar.
Pena de todo,
pena por ti,
porque a mi pena no me da.
Para los grandes momentos,
para las grandes personas,
mejor mira a quién tienes enfrente,
escucha lo que dice,
toca y siente,
saborea sus gustos,
olfatea y deja que entre...
Para así...
quizás, no preguntarte más adelante...
que dónde estuviste, lo que hiciste y porqué no te diste cuenta antes.
Estando sin estar.
Sé como los girasoles, que siempre miran la luz del sol
besos agasajados!
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