domingo, 8 de septiembre de 2013

Te lo recito en castellano antiguo...

¡Ay lacayo!
Cuán aterrado (perdido) andas
que no sabes que fuiste
tan solo una piedra
que logré tollar (quitar) 
lueñe (lejos) de mi camino
y que no volvería a colocarla
ni aunque me lo implorara el destino.
Conorte, conorte (alivio, alivio)

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