He sido partidaria siempre del movimiento, he sido merecedora siempre del movimiento, he seguido fielmente al movimiento, siempre he creado movimiento, siempre he consumido movimiento, he respirado movimiento, he quemado movimiento, he aprovechado el movimiento...
¿Por qué? Porque el movimiento es CAMBIO, porque derrocha aires de esperanza, porque evoluciona, porque inspira confianza, porque crea fuerza, porque todo lo que no se mueve se estanca, porque siempre hacia adelante con constancia.
Siempre he preferido el movimiento a lo estático pero, he aprendido que, ciertas cosas deberían permanecer igual, que no se debería revolver, no se debería revolucionar, no se debería plantar lo que luego se va a arrancar, no se debería remover el agua que luego no puede correr, no se deberían mover ciertas hojas con el viento si se sabe se van a caer, no se debería dar de comer si no quieres verlo crecer.
No se debería dar rienda suelta a las cosas y personas que a tu vida no quieren y puede que no deban pertenecer. No se debería recorrer el tiempo alrevés y caminar de espaldas a la pared.
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